¿Quieres trabajar por cuenta propia y marcar la diferencia?
La industria del cuidado infantil en Nuevo México está llena de modelos ejemplares inspiradores.
Hay muchas maneras de ser un profesional de la primera infancia. Nuestra campaña "Developing Futures" destaca a profesionales que enseñan a los niños en los salones, que apoyan a las familias en sus hogares y que trabajan como supervisores y empresarios. Y hay muchos empresarios. La industria del cuidado infantil tiene una mayor proporción de mujeres emprendedoras que casi cualquier otra, con un estimado del 97% de los negocios de cuidado pertenecientes a mujeres y un 60% propiedad de emprendedores de color. Esto significa que la industria está llena de mentores y modelos para mujeres de color (o cualquier persona) que desea montar un negocio importante y significativo para las familias en todo Nuevo México.
María Melendez es uno de esos modelos a seguir. Su historia comenzó en el 2000, cuando se convirtió en una proveedora de cuidado registrada, cuidando a cuatro niños en su hogar en Roswell. Aproximadamente un año después, se convirtió en una proveedora de cuidado con licencia para poder cuidar a seis niños. Pero aún así, quería cuidar a más niños y la necesidad en su comunidad era clara. Los padres a menudo venían a su hogar preguntando si tenía espacio para cuidar a sus hijos.
"Siempre estaba ocupada", dijo.
Entonces, ¿qué hizo? María se convirtió en una proveedora de hogar en grupo, lo que significaba que podía cuidar a 14 niños en su hogar y que necesitaba tener empleados para ayudarla. Desde ese momento, María se había convertido en una supervisora. María también comenzó a ir a la escuela, tomando clases universitarias en línea por las noches con énfasis en el desarrollo infantil. A medida que contrataba empleados, ella los apoyaba para que pudieran tomar las mismas clases universitarias, respaldados por becas estatales.
Todo esto forma parte de un patrón para María: en cada paso de su carrera, ha expandido su negocio para servir a más familias, mientras que ayuda a sus empleados a avanzar en su educación y capacitación. Los nuevos maestros a menudo llegan sin diploma de secundaria o GED, y Maria trabaja con ellos para inscribirse primero en programas de GED y luego en programas de certificación universitaria en la primera infancia.
Estos maestros son sus mejores historias de éxito, dijo. "Casi todos los maestros que he contratado no tienen experiencia, pero les digo que necesitan crecer junto conmigo", dijo. "Les digo, si quieren seguir mejorando, puedo ayudarlos. Ayudo a todos los maestros a crecer junto conmigo, tomando clases en la universidad, trabajando directamente con los niños, haciendo lo mejor que podemos".
María había sido dueña de un negocio de cuidado infantil desde el hogar durante más de 10 años cuando vio el letrero de "se vende" en un centro en Roswell. En este punto, su negocio en el hogar tenía la calificación de calidad de 5 estrellas más alta del estado, y sabía que podía atender a más niños y familias desde un centro. Estaba nerviosa, pero la propiedad y se convirtió en dueña y directora de su compañía. Tuvo éxito y creció más aún. Ahora, Maria es dueña de varios centros alrededor de Roswell, y el cuidado infantil se ha convertido en algo así como un negocio familiar; la hija de María dirige uno de los centros que posee, y dos de sus hermanas ahora también trabajan en el cuidado infantil.
Y aunque si quisiera retener a sus mejores empleados, María dijo que siempre está lista para orientar a cualquiera que desee dejar uno de sus centros y comenzar por su cuenta como empresario. "Le digo a todos los maestros, si ya han completado el trayecto que iniciaron conmigo y quieren seguir creciendo, está bien, vayan. Vayan, porque tienen el derecho de crecer como lo hice yo".